Pensé que no volvería a superar mis metas y lo logré.
Pensé que no volvería a encontrar a nadie y surgió.
Pensé que el mundo no estaba hecho para los soñadores pero me equivoqué.
Pensé que no volvería a sentirme libre, a quitarme esta opresión del pecho, pero volví a errar.
Ahora quiero ser grande, más grande. Labrar cada baldosa, cada escaño, cada ladrillo y construir un muro inquebrantable.
Demostrar quién soy, cómo soy. Esfuerzo y constancia siempre presentes.
Porque fui quien soy cuando quise serlo. Tan solo me lo propuse.
Los sueños cumplidos una vez fueron imaginados, así que... ¿Por qué no soñar?
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