25 marzo, 2011

Todos llevamos una mochila

Pude sentir miedo si alguna vez se me nubló el recuerdo de tu cara, de tus pestañas infinitas, de cómo me abrazabas y elevabas mis pulsaciones a la enésima potencia. Que tus labios hicieran una curbatura perfecta en mi cintura indefinida, que tus ojos consiguieran iluminar el callejón más tenebroso o que conociera a la perfección cada milímetro cuadrado de tu piel. Que tus piernas rozaran mi cintura y que tus pupilas se dilataran hasta encontrar lo más profundo de tu ser. Porque contigo pude volar sin pensarlo, colarme en tu camiseta, comerte a besos en rojo.
Pero tu amor se convirtió en una pesada mochila que poco a poco pesaba más y más hasta dejarme sin aliento, en la que se guardaban cartas de mentiras. Palabras que me desgarraban y me hacían pensar en un mundo sin corazón; en quitármelo, tirarlo, arrancarlo, ser un cuerpo sin sentimientos, desvalido por el dolor sufrido. Porque al fin y al cabo, nunca nada puede ser perfecto como quisiéramos, como una película.

Ella, simplemente ella.

Hoy alguien celebra sus 16 años. Un día diferente en el que amigos y familiares deben estar junto al cumpleañero. Yo hoy, me siento con suerte, digamos que poder compartir este día y hacerlo el mejor de todos para alguien no tiene precio y más si el que cumple años es tu amiga. Ella, gran luchadora entre tantas. Tan fuerte y con tanto aguante que es ella quien me levanta cuando me caigo. No voy a mentir, me he esforzado mucho para que este día lo recuerdes con una sonrisa, con lágrimas quizás, pero sobre todo con la mayor de las sonrisas. Quiero que al menos un día te sientas un poquito más feliz, junto a mí y todas las demás. Quiero que sepas que me siento privilegiada no sólo por compartir este día contigo si no también por haberte conocido y saber que he encontrado a una de las mejores personas del mundo. María, sé que llego a ser pesada dándote abrazos y besucones todo el día... pero es que ¡te quiero! y quiero que lo sepas. Quiero que veas que yo no digo lo que siento una vez al año, si no todos los días, a todas horas. Quiero que quede muy claro que no quiero perderte, y sí, es una indirecta de que estarás conmigo los próximos PUUUUUUUUUUUUUUUUUF de años... Este sólo es el comienzo de todos los cumpleaños que vamos a celebrar juntas. Inseparables. Sólo queda decir que felicidades, cariño. Gracias por saber que si te pido que me bajes la Luna, me la bajas. Disfruta de este día como si fuera el último porque es sólo tuyo. Es tu cumpleaños y estamos aquí por tí, para que seas la chica más feliz de la Tierra.