22 diciembre, 2013

Y dormir a tu lado se convierte, entonces, en poesía



Caminas descalza
como si supieras de qué está hecho el mundo
y quisieras darle forma con la curva de tus pies,
bailándolo a tu antojo
como bailas mis días,
haciendo que al resto
se nos claven tus huellas
en lo que nos queda de ojos
después de mirarte,
y no podamos sino seguirte.

A veces sonríes,
y el mundo se abre con tu boca,
como cuando bostezas
y tiras por la borda
cualquier amago de abandonarte,
porque la paz está ahí,
entre tus dientes,
cuando me muerdes el corazón
y te lo tragas,
y yo respiro.

Me miras
noventa y nueve veces al día
como si yo fuera lo único que se interpusiera
entre la realidad y tus ojos,
me conviertes en tu filtro
y dices que a través de mí
el mundo se ve más bonito,
y son cien las veces que yo te miro de vuelta
preguntándome
qué diablos será eso que te convierte en cielo
y despeja mis tormentas,
que te hace sujetarme
cuando decido precipitarme
o dejarme la garganta
en mil silencios,
qué esconde mi boca
para que mientras me besas
solo pienses en el siguiente beso,
qué verás
en mi pelo alborotado al despertar
para que quieras acariciármelo así,
como si estuviera herido
y tú supieras exactamente
qué hacer
para salvarlo,

-preguntándome
qué diablos
tendré
para
ser
lo
único
que
ves
cuando
miras
al
mundo-.

Me masturbas el alma
a dos manos
-cómo no voy a creerme
que tus dedos
me esconden-,
me pones de espaldas
y te dejas
entera
dentro de mí
-así pasa ahora,
que te llevo a todas partes-,
te vuelves
algo así como un animal salvaje
pero tierno,
con esa lascivia
que dibuja tu boca
cuando tienes hambre,
te vuelves gigante
y me nombras,
y yo te digo
al oído
que voy a correrme contigo
hasta llegar al fin del mundo,
si es que eso existe
después de ti
-tú,
que lo único que tienes de final
es todo lo bonito
que viene después-,
y entonces
caigo rendida,
vencedora,
libre,
con el alma aun entre tus dedos,
desnuda,
palpitante,
viva,
en calma,
frágil,
repleta,
satisfecha,
completa,
sobre tu pecho,
y es entonces cuando entiendo
lo de soñar sin dormir.

Y me creo lluvia
y te duermo a besos.


Quién me iba a decir a mí
que ibas a llegar a mi corazón
entrando por la boca.

Conviertes las mil maneras
que existen de huir
en mil maneras de quedarse,
contigo.
Y dormir a tu lado
se convierte,
entonces,
en poesía.

Elvira Sastre

11 diciembre, 2013

Nacemos sin saber qué es la vida o cómo vivirla y nos morimos aún sin saberlo. No le busquemos sentido pues no lo tendrá. No le busquemos excusas, favores, razones. No le busquemos amores, ni si quiera cariño. Si tiene que venir todo ello, vendrá. Tan solo vívela, como solo tú quieres que sea. No está escrito en ningún sitio cómo debes mover tus fichas. Recuerda que está permitido equivocarse. Deja los miedos, las inseguridades, la vergüenza... y vive. Hazlo y quiérete. Aprende a valorarte, pero no sólo leyéndolo sino creyéndotelo. No necesitas ninguna persona más que tú para vivir. Somos individuos completos. Realiza aquello que tanto ansias y trabaja duro para lograrlo porque tampoco está fijado el límite. ¿Y es que a caso existe?

08 diciembre, 2013

El dolor es directamente proporcional al número de lecciones que aprendemos.
Entra sin llamar y se hace dueño de todo aquello que nos hace sentir vivos.
Y es difícil hacer que salga, arrancarlo y deshacerse de él. Dejar de tener visitas desafortunadas.
Pero el tiempo es el encargado de ello.
Consigue, tarde o temprano, atarlo de pies y manos y tirarlo por el precipicio más grande.
Allí donde también van a parar las sonrisas que el dolor en su día secuestró.
Pero, ¿qué no cura el tiempo?
Todo pasa, nada permanece.
Somos mucho más fuertes de lo que creemos.

26 noviembre, 2013

Tú, mi tormento

Tu recuerdo se ha convertido en un fantasma que me atormenta las noches. Se cuela bajo mis sábanas y se desliza por mi cuerpo, sigiloso, hasta llegar a la altura de mi clavícula donde me besa como me besarías tú. Recorre mis poros y los esquiva con los ojos cerrados, conociéndolos como si él mismo los hubiera diseñado. Juega con mis manos, las dibuja con trazos finos y delicados, las inspecciona y las compara con las suyas. Y las besa, despacio y sin prisas. Lento, apaciguado como cuando me hace el amor. Pero solo es tu recuerdo porque sigues sin estar. Y lo cambiaría, créeme que lo haría. De un golpe invertiría la gravedad y haría que la luna se bajase para ti. Pero no basta con que te lea mil poemas y escriba canciones a la nada si no harías lo mismo por mi.
El espectro me domina los pensamientos, los movimientos. Tiene mis sentimientos aferrados a su espalda y parece no querer deshacerse de ellos.
Vete, por favor. Vete si no vas a volver, aunque con todas mis fuerzas desee que regreses.
Por sentir, siento voladores en los más profundo del estómago mientras la fiesta que comenzó en el lado izquierdo de mi pecho no hace más que aumentar y crecer a los lados de manera desmesurada; pues es como el tambor de una comparsa a punto de resquebrajarse la piel y salir para concederse el deseo de besarte. Por sentir, siento un hormigueo tan mágico en la punta de los dedos que me vibran los omóplatos y se me encienden los pómulos como luces de Navidad. Porque siento que es verano en lo más hondo de mi ser y no es más que diciembre en el calendario de los mortales. Pero tú, yo, vivimos en un julio infinito entre sábanas y películas de Julia Roberts. Chocolate caliente y caricias en el microondas. Mis labios te avistan desde la lejanía y deciden, sin tapujos, que es hora de mandarte un beso. No hago más que enviarte postales a la luna por si cuando estés pensando en mi, decidas visitarla. Y es que juegas a no quererme. He olvidado las reglas del juego y voy dando tumbos sin dirección. Solo deseo que me rescates...

Precioso



Cualquiera diría al verte
que los catastrofistas fallaron:
no era el fin del mundo lo que venía,
eras tú.


Te veo venir por el pasillo
como quien camina dos centímetros por encima del aire
pensando que nadie le ve.
Entras en mi casa
-en mi vida-
con las cartas y el ombligo boca arriba,
con los brazos abiertos
como si esta noche
me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho,
con las manos tan llenas de tanto
que me haces sentir que es el mundo el que me toca
y no la chica más guapa del barrio.

Te sientas
y lo primero que haces es avisarme:
No llevo ropa interior
pero a mi piel le viste una armadura.
Te miro
y te contesto:
Me gustan tanto los hoy
como miedo me dan los mañana.

Y yo sonrío
y te beso la espalda
y te empaño los párpados
y tu escudo termina donde terminan las protecciones:
arrugado en el cubo de la basura.
Y tú sonríes
y descubres el hormigueo de mi espalda
y me dices que una vida sin valentía
es un infinito camino de vuelta,
y mi miedo se quita las bragas
y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo.

Beso
uno a uno
todos los segundos que te quedas en mi cama
para tener al reloj de nuestra parte;
hacemos de las despedidas
media vuelta al mundo
para que aunque tardemos
queramos volver;
entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres la única;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierta a mi lado.


Tienes el pelo más bonito del mundo
para colgarme de él hasta el invierno que viene;
gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca
y una boca que me mira mejor que tus ojos;
guardas un despertar que alumbra las paredes
antes que la propia luz del sol;
posees una risa capaz de rescatar al país
y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos.


Y de repente pasa,
sin esperarlo ha pasado.
No te has ido y ya te echo de menos,
te acabo de besar
y mi saliva se multiplica queriendo más,
cruzas la puerta
y ya me relamo los dedos para guardarte,
paseo por Madrid
y te quiero conmigo en cada esquina.



Si la palabra es acción
entonces ven a contarme el amor,
que quiero hacer contigo
todo lo que la poesía aún no ha escrito.

Elvira Sastre

15 noviembre, 2013

¿En qué nos hemos convertido? ¿En qué me convertí yo...?
Quiero volver a ser la misma. Y lo intento cada mañana, a cada paso que marco firme, en cada carcajada. No debo dejar que el brillo de mis ojos se atenue, cuando me queda toda la vida para ello.
No deberíamos avergonzarnos por ser quien somos, no deberíamos dejar que nos afecten los comentarios. Solo nosotros dejamos que nos hagan daño los demás, que nos afecte y que consigan su objetivo.
Debemos compadecernos de ellos pues nos juzgan por ignorancia, por miedo, por inseguridad. No son capaces de ver más allá cuando existen muchas más cosas a través de ese muro que ellos mismos han construido por ese mismo miedo. Y es que sentimos la necesidad de etiquetar por temor a lo desconocido. Es lo que me llega hacer pensar en lo simples que somos. En lo limitados que somos en ese sentido.
Los prejuicios bailan a nuestro alrededor, nos hacen presos y nos encadenan a caer en mentes cerradas con pocos escrúpulos. Porque no hay peor ciego que el que no quiere ver.

03 noviembre, 2013

Solo quiero enamorarte a ti

No tengo miocardio. Lo secuestraron hace tiempo y no ha vuelto desde entonces. Mandó una misiva queriendo tranquilizarme, pero sigue desaparecido. En su ausencia, trazo pequeños bocetos de él e intento creer que no estoy vacía. Pero lo estoy. Intento que las notas que surgen a lo largo y ancho de mi guitarra me recompongan, que las letras que escribo me reconstruyan, que mi alegría no se apague cada día. Pero no hago más que buscarte entre la gente y esbozar sonrisas a nadie. No hago más que atormentarme por lo sucedido, fue culpa mía el secuestro a mano armada de este desdichado corazón. Entregué lo más valioso de mi ser por querer ralentizar las agujas del reloj, por soñar con dibujarte estrellas en el cielo o bajarte la luna cada noche si me lo pidieses. Enamorarte con perfumes y con caricias olvidadas entre las sábanas. Ser la guardiana de tus ilusiones en el castillo de los sueños y estar dispuesta a hacer todo lo que quisieses... Tú quieres enamorarte y yo...

29 octubre, 2013

Rostro de vos - Mario Benedetti

Tengo una soledad 
tan concurrida 
tan llena de nostalgias 
y de rostros de vos 
de adioses hace tiempo 
y besos bienvenidos 
de primeras de cambio 
y de último vagón. 

Tengo una soledad 
tan concurrida 
que puedo organizarla 
como una procesión 
por colores 
tamaños 
y promesas 
por época 
por tacto 
y por sabor. 

Sin temblor de más 
me abrazo a tus ausencias 
que asisten y me asisten 
con mi rostro de vos. 

Estoy lleno de sombras 
de noches y deseos 
de risas y de alguna 
maldición. 

Mis huéspedes concurren 
concurren como sueños 
con sus rencores nuevos 
su falta de candor 
yo les pongo una escoba 
tras la puerta 
porque quiero estar solo 
con mi rostro de vos. 

Pero el rostro de vos 
mira a otra parte 
con sus ojos de amor 
que ya no aman 
como víveres 
que buscan su hambre 
miran y miran 
y apagan mi jornada. 

Las paredes se van 
queda la noche 
las nostalgias se van 
no queda nada. 

Ya mi rostro de vos 
cierra los ojos 
y es una soledad 
tan desolada.

20 octubre, 2013

Cambiar

Pasemos de página. Mejor aún, cambiemos de libro. Cambiemos de autor, de género literario, incluso de editorial. Cambiemos los puntos y las comas, aprendamos a ponerlas donde deben ir sin remordimientos ni reproches. Que no nos duela tanto terminar los párrafos y las historias, que no atormente cambiar de libro. Aprendamos a no escuchar lo que nos hace daño, hacerse el loco con viejas historias y cuentos fallidos. Que no nos retumben más nombres en pensamientos que deben estar colmados de ideas que nos hagan más felices. Aprender a cambiar nuestra vida, los razonamientos, los ideales, las ilusiones, si hace falta. Cambiar, cambiar y volver a cambiar hasta dar con lo que nos haga sentirnos completos. Aprender a que nos encuentren y dejar de buscar lo que no llega. Dejemos que las cosas fluyan...

18 octubre, 2013

¡Canción preferida por el momento!

Llevo la maleta cargada de libros para no pensarte

Porque el momento de encontrarnos llegó en plena tormenta y aunque mis velas te buscaban, mi dirección estaba quieta...



y luego, PUF

Cabizbaja sigo caminando. No pensé que me tocara tanto todo esto. No pensé que me superara la situación. Pensándolo bien, no tiene sentido estar así. Las palabras se las lleva el viento y yo lo sé muy bien. Esta última semana ha habido el mayor tornado de la historia en mi cabeza y me he quedado algo traspuesta... Pero no quiero que se vuelva rutina lo de estos días. No quiero convertirme en un vago recuerdo en tu cabeza. Hubo errores en las dos partes y el mio fue darlo todo. Decirlo todo. Entregarlo todo y luego puf, todo se desvaneció. Las ilusiones se escurrieron entre los dedos como arena y aunque quise recoger y no dejar caer cada granito de ella, se fueron con las palabras y el viento. Pero insisto, me levantaré e iré recogiendo cada granito para volver a crear la montaña o la playa más grande...

15 octubre, 2013

Ojalá pudiera quitarme el dolor que tengo en el pecho, las ganas de decirte que te estás equivocando. Yo aceptaba todo de ti, sabía en lo que me estaba metiendo. Fui de todo menos cobarde. El tiempo dirá si en algún sitio está escrito nuestro destino. Si está compartido. No molestaré, pero seguirás presente siempre... aunque haya veces que quiera que te vayas de mi mente. Ahora más que nunca tiene que fallarme la memoria...

14 octubre, 2013

La enana (luchadora)

La enana luchadora ha perdido en una de las batallas más importantes a las que se había enfrentado. Sabía los riesgos que corría pero era valiente y quería más que nada conseguir vencer. Estaba tranquila pues tenía entre sus manos una espada que hacía poco había encontrado. Estaba bien afilada y su tacto era dulce, suave. Era de las mejores espadas jamás creadas y confiaba plenamente en ella. Pero desapareció sin más, con pocas explicaciones y dejando un rastro casi que de cobardía en la arena de aquel estadio. La enana luchadora se encontró con la bestia de frente sin armas con las que defenderse y pasó lo que imaginaréis... Palabras, lluvia de miedos, impactos llenos de inseguridades empezaron a golpearla sin piedad por los costados, la cara, los brazos, el alma. Cayó abatida en el suelo, sabiendo que le costaría más que nunca volver a levantarse esta vez pues... ya había sentido algo así pero no con una bestia tan despiadada.
Ahora la enana sigue siendo enana pero la palabra luchadora o luchar, no se encuentran en su vocabulario. No se encuentran en su forma de ser. Ya no confía, le duele más que nunca el pecho y vive constantemente con una bola de tristeza en lo más profundo del esófago. Porque no siente más que eso, tristeza. Una prenda pesada que lleva sin querer y que por más que tire de ella para despojarse, sigue aferrada a cada centímetro de su piel. Siente angustia, ansiedad en cada pisada, cosquilleo en los talones y no puede para ya quieta. Pero sigue serena, calmada, cuenta hasta mil para dejar que baje la tristeza de la garganta e intenta caminar con paso firme. Aún así, se siente perdida, oprimida viviendo una vida en la que no encaja. Con responsabilidades que no debe tener y con libertades que necesita tener. Quizás lo único que precisa es comprensión, cariño y aprender a vivir sin sentir tanto. La patatita que latía cada día con más fuerza ha perdido esa vitalidad y le duele, le molesta que sea así. ¿Ha sido alguna vez totalmente feliz?, se pregunta. Seguramente no, pero dicen que lo bueno se hace esperar... y ella está cansada ya de ser paciente.

13 octubre, 2013

Sé que perderé la cabeza, si es que no la he perdido ya. Pero siento que estoy a kilómetros de distancia de tus pensamientos, que no hay sitio para mi nombre en tus días. Quiero lucharte, ganarte, arrebatarte los miedos y lanzarlos con las tristezas. Quiero escribir de una vez esta historia, dejar de relatar intentos fallidos. Quiero que seas mi musa, el pincel que pinte mis cuadros, el lápiz que me escriba las canciones, los besos que me despierten cada mañana... Hacer locuras, cansarnos de escribirlas en papel, cambiar pasados y compartir pecados. Siento que somos las personas perfectas en momentos equivocados que nos hemos cruzado en medio de la tormenta. Pero sigo al frente, sigues al frente de mis deseos, cada día un poco más cansada pero continuo... Pues si dejo de hacerlo, ¿quién lo hará? Estás perdida, sin rumbo y si quisieras, te cogería de la mano y te ayudaría a fijar el camino que quieras recorrer. Pídeme lo que quieras y lo haré.

Yo no puedo compartir tus labios...

Amor mío... 
Si estoy debajo del vaivén de tus piernas, 
si estoy hundido en un vaivén de caderas
Esto es el cielo, es mi cielo
Amor fugado... 
Me tomas, me dejas, me escribes y me tiras a un lado
Te vas a otros cielos y regresas como los colibríes.
Me tienes como un perro a tus pies
Otra vez mi boca insensata... 
Vuelve a caer en tu piel, 
vuelve a mí tu boca y provoca
Vuelvo a caer, 
de tus pechos a tu par de pies
Labios compartidos... 
Labios divididos, mi amor
Yo no puedo compartir tus labios
Que comparto el engaño y comparto mis días
Y el dolor 
Yo no puedo compartir tus labios 
Ooh amor ooh amor compartido 
Amor mutante... 
Amigos con derecho y sin derecho de tenerte siempre 
Y siempre tengo que esperar paciente 
El pedazo que me toca de ti 
Relámpagos de alcohol... 
Las voces solas lloran en el sol 
Eh, mi boca en llamas torturada te desnudas angelada 
Luego te vas...
Otra vez mi boca insensata... 
Vuelve a caer en tu piel de miel 
Vuelve a mi tu boca, duele 
Vuelvo a caer 
De tus pechos a tu par de pies 
Labios compartidos... 
Labios divididos, mi amor 
Yo no puedo compartir tus labios 
Que comparto el engaño 
y comparto mis días y el dolor 
Ya no puedo compartir tus labios 
Que me parta un rayo... 
Que me entierre el olvido mi amor 
Pero no puedo más 
Compartir tus labios compartir tus besos 
Labios compartidos 
Te amo con toda mi fe sin medida... 
Te amo aunque estés compartida 
Tus labios tienen el control 
Te amo con toda mi fe sin medida... 
Te amo aunque estés compartida 
Y sigues tú con el control

Labios compartidos
Maná

Porque tu norte y mi sur ya no estén tan lejos

Hay momentos que no me sale juntar las letras y los sentimientos para componer "algo". Es entonces cuando la música hace de intermediario entre lo que deseo expresarte y lo que quiero que entiendas pues la música es una de las mejores formas de comunicación. Esta es una de las canciones que podría ser un claro ejemplo...
"Ya suenan tambores que invitan a la danza
pero yo solo quiero verte bailar bailes de salón,
en el salón de mi casa..."

11 octubre, 2013

¿Bailamos?

Ahora bailo, bailo con tu reflejo en mis ojos. Con tus manos entrelazadas en las mías. Con tu perfume que ha decidido quedarse en la punta de mi nariz, envolviéndome como si me abrazaras por última vez ese día.
Bailo, bailo con las olas de tu voz, con tus besos en mi boca. Con los escalofríos, con los relámpagos que me encogen el estómago. Salto, danzo, mi alma grita tu nombre con fuerzas.
Bailo, mis dedos bailan también. Locos, desean tamborilear todos y cada uno de los poros de tu piel. Como en un piano, dulce, suave, elegante, acogedor como tu regazo, como tus ojos que, sinceros, me dicen lo que callas...
Bailo con ganas, más que nunca.
Bailo contigo, como nunca.