09 agosto, 2010

Tuvo que pasar

Porque al final todo estaba premeditado. Todo lo que pasó tenía que pasar. Todo fue como en las películas que todo es bonito y romántico. Salvo una cosa, en este cuento en particular las cosas no acabaron bien... ¿por qué? Porque tenía que pasar. Porque si las cosas siempre salen bien, es todo muy monótono.
Todo empezó cuando nacimos, crecimos juntos... Éramos como hermanos y aun así seguramente me gustastes desde un principio aunque lo ignoraba. Nos hicimos mayores y empezamos a hacer nuestras vidas, pero yo sentía que me unía algo hacia tí. Algo muy fuerte. Al principio estaba confusa, no sabía lo que sentía...Sería cariño, ¿amor? Hasta que un día viniste y me confesaste lo que tanto había soñado. Sentías lo mismo. Como todo al principio, fue maravilloso. Increíble. Empecé a experimentar cosas que no las había sentido antes y la verdad, era la chica más feliz del mundo. Él me hacía tener una felicidad en mí que no cabía de gozo. Hasta que un día descrubrí que no me era fiel. Intentó justificarlo, pero por más que lo intentaba... menos le creía. Para mí ya era un tío más. Lo pasé muy mal, quise dejar todo atrás. Pero tuve valentía y lo superé. Hoy en día somos muy amigos. De vez en cuando pienso cómo hubieran sido las cosas si no le hubiera pillado o simplemente, no me hubiera sido infiel. Pero no me arrepiento de que las cosas hayan acabado así. Es más, quizás me alegro porque si pasó eso... Es porque tuvo que pasar.

Relato corto dedicado a mi prima posticilla Cristina que ha hecho que este relato haya surgido de la nada (:

No hay comentarios:

Publicar un comentario