19 septiembre, 2013

Porque contigo las locuras empiezan a tener sentido...

Las casualidades no existen. Contigo lo he aprendido. Algunos lo llaman destino.
Dicen que lo que no se ve no significa que no exista, que es fe. ¿Puedo entonces, tener fe en ti?
No siempre estás al despertar, pero te siento a mi lado. Que me rozas, que me estremezco si siento tu aliento en mi cuello.
No quiero representar el olvido de los kilómetros de la distancia. Sé que no puedo estar contigo siempre, pero que sepas que tú conmigo sí lo estás. Que no te olvido por un instante y que no dejo que se interpongan números ni opiniones.
Te retengo en mis brazos y ni por un segundo dejo que se esfumen nuestros deseos bajo mis yemas.
Porque eres poesía en mis manos, versos inacabados esperando que alguien los finalice y un compás acelerado en mi miocardio cuando me miras. Cuerdas vibrando en el mástil de mi guitarra, dedos exhaustos pisando notas, caricias que te envío con cada acorde, corcheas y fusas que bailan alrededor de nuestros cuerpos. Canciones que esperan a ser compuestas y un ritmo que desea ser plasmado en pentagrama.
Pero miro a mi alrededor y no estás. Quiero dejar de pensarte esta noche y que estés por fin aquí.
Tengo miedo, miedo que se evaporen nuestras promesas aún sin cumplir, nuestros proyectos. Ambiciones que creamos a partir de un mismo sentimiento...y es que no quiero que salga corriendo por la puerta y se cierre de un portazo. Es difícil explicar un sentimiento nuevo, unas caricias diferentes, unos labios tan parecidos...
Quiero ser la sonrisa que se dibuja en tus labios al andar por la calle, que te recorra el mismo relámpago que a mi cuando me besas, ser la melodía que ronde tu cabeza por las mañanas... Rozarte con la mirada, seducirte con las manos.
Quiero gritar tu nombre fuerte, bien fuerte.
Tú lo entiendes, pues mi pasado no ha sido más que simulacros.
Esta vez, quiero representar la obra más bonita jamás escrita. Sin cortes ni tomas falsas, en directo y sin trampas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario