15 octubre, 2010

Que borres el carmín de mis labios

Sólo pido que me abraces por la espalda sin esperarlo, que me beses en el cuello. Que cada noche borres el carmín de mis labios con besos alocados, pero llenos de tanta pasión como el mismo hecho de besar. Quiero que me digas cosas bonitas, que me sonroje al pensar en tí. Que cada noche pueda dormirme con una sonrisa soñadora, al saber que ya te encontré. Deja que pueda sentirte con el roce de mis pestañas, conquistarte con una simple sonrisa. Deja que pueda retratarte cada día, escribir lo que aún no está escrito. Enamórame. Te pido que me hagas feliz, mirarte a los ojos y poder abrazarte como un niño desorientado que busca refugio. Déjame sentirte en cada parte de mi ser, buscarte con la mirada y decirte lo que siento sin articular palabra alguna. Susurrarte al oído todos los secretos que se me pasen por la cabeza, acurrucados en una manta acompañados de una taza de chocolate caliente. Me encantaría fundir mi nariz en tu cuello, percibir ese aroma que tanto me encanta. Sí, ese que parece sacado de una pastelería, dulce como esos bizcochitos que tanto me gustan. Simplemente, quiero coleccionar tus sonrisas y guardarlas en un cajoncito de mi cómoda, almacenarlos como regalos. Oriéntame si me pierdo, o sencillamente si me tapas los ojos con tu manos... sé que estaré segura, que no me caeré. Cuidarás de mí en cada momento, lo sé. Comprendo que esto es de verdad, que eres como un día  te describí: coleccionista de momentos felices de la vida.

1 comentario:

  1. Si suprimes el "enamórame" es mi historia con una rubita.

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